La prestigiosa publicación
Kriptopolis.com ha iniciado esta semana una agresiva campaña de denuncia para que no se apruebe la
Ley de Servicios de la Sociedad de la Información -hoy en forma de anteproyecto de ley- tal y como está redactadamente actualmente, con un éxito tal que es imposible acceder a su sitio por saturación de visitantes. La Internet independiente se ha movilizado contra el anteproyecto como no lo había hecho desde 1998 tras el tarifazo telefónico. Pero,
¿es realmente la LSSI tan peligrosa?
Las implicaciones del anteproyecto de ley, si llegase a aprobarse como ley, abrirían la puerta al control administrativo de la red ya que, si en un principio esta ley estaba dirigida exclusivamente a regular las transacciones relativas al comercio electrónico, el Ministerio de la Sr. Birulés extiende la normativa a prácticamente todas las actividades que se desarrollan en la red. De tal forma que, según su espíritu, artículos de opinión o buscadores con links sospechosos de actividades delictivas podrían ser cerrados mediante un control administrativo -y no judicial, como corresponde en estos casos-.
Sin embargo, desde DiarioRed ni podemos ni debemos ser
alarmistas en torno a este asunto. Un análisis detallado de la ley (realizado por tres colaboradores con posturas diferentes como son David Fernández, Claudia Dorrego y Eduardo Pedreño) revela graves deficiencias de redacción y de concepto que jamás serían aprobadas en el trámite parlamentario. El anteproyecto -tal y como ha informado la Asociación de Internautas- ya ha sido modificado para incluir mejoras (la más comentada es la relativa al
"spam", de agrado de los internautas). Y, finalmente, el salto a la opinión pública del asunto -necesario, de ahí el único mérito de Kriptopolis- terminará de rematar un anteproyecto de ley que, por desafortunado, podemos comparar en calidad de redacción a tantos y tantos anteproyectos que más tarde el poder legislativo (congreso y senado) se encargan de modificar, pulir, matizar y mejorar. Ni queremos ver -por la gravedad que eso entrañaría- una maniobra conspiratoria contra la
Internet independiente ni creemos que el anteproyecto vaya a ver jamás la luz con la redacción actual.
En los más de tres años y medio de existencia de esta publicación hemos defendido la Internet libre y la autorregulación como mejores soluciones para el funcionamiento de la Red. Los gobiernos han demostrado habitualmente -como en este caso- que ignoran e incluso temen todo lo que suene a libertad ingobernable. Los internautas tenemos la obligación de evitar que eso ocurra. Pero que nadie piense que la Red está -hoy día- libre de amenazas gubernamentales. Eso sí,
el día que se utilicen para callar bocas estaremos allí para denunciarlo... |