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Los cuentos de Ricardo A. Kleine Samson

Una historia …familiar.

Atendiendo al origen Ario de mi apellido, voy a remitir una vieja historia Alemana con que mi abuelo solía deleitarme de pequeño.

Cuenta su historia que hace ya muchos, muchisimos años, en una pequeña aldea alemana vivía, entre otros, un meritorio lugareño, que obedeciendo puntillosamente la función con la que había sido honrado, tocaba la campana de la iglesia para que la protección divina cayera sobre su pueblo. Como muchos otros, este pueblo del siglo 16 le atribuía a los rayos un poder sobrenatural, que solo podía ser resistido por la poderosa mano del señor. De manera que el campanario era a la vez, una convocatoria a la oración y/o un aviso a la providencia divina. De lo que resulta suponer que los días de tormenta nuestro amigo, Frank Von Kaul como se llamaba, corría presuroso a cumplir su función de campanero oficial. Una cálida noche de verano encontró a nuestro pueblo compartiendo amistosas charlas vecinales en las puertas de sus casas y en calles y plazas….Me queda el recuerdo de los ojos de mi abuelo evocando el paisaje….. Pero sigamos….algunos relámpagos en el este, advirtieron a Frank la necesidad de invocar la protección celestial. Asi fue como presuroso, y siempre según el relato de mi abuelo, corrió a la cúpula de la iglesia a sonar la campana. Sin embargo y sin que se sepan las causas una caprichosa, irrespetuosa y poderosa descarga electrica fue a dar de lleno a la campana en la que Frank insistentemente tocaba, lo que provoco su inmediata muerte. Cuenta mi abuelo, que fue tal la violencia con que el fenómeno se precipitó en la iglesia que no hubo forma de reconocer a Frank, es mas resulto imposible separarlo del bronce de la campana. El pueblo, en homenaje a Frank decidió enterrarlos juntos, es decir campana y campanero.

Sobre su tumba, reza una leyenda tallada a mano en el mármol, que traducida al castellano dice asi:

El pueblo Germano a su memoria

1731-1750

Aquí descansa

Frank E. Von Kaul

Murió por pelotudo

Y aquí, amigo lector, quizás Ud. se ría pero cabe hacer una aclaración con que mi abuelo siempre insistía. La palabra "pelotudo" no tiene aquí el significado vulgar del diccionario castellano, es decir su traducción Alemana atribuye al responsable de tal digno calificativo como a una persona obediente y cumplidora. Idéntica confusión causa por ejemplo la palabra "coger", los Españoles se refieren a "tomar algo", "agarrar algo con la mano". Mientras que para los Americanos tiene un significado completamente distinto y a la vez doloroso, lo que para los ibericos fue "tomar" o "agarrar" para los americanos es como que nos cogieron en todo el sentido de la expresión, de ahí lo doloroso. Pero continuemos con la historia de mi abuelo,…..según él, orgulloso de su sangre Germana, pareció que el destino quiso que la desgracia de Frank precipitara un efecto domino sobre la armonía vecinal y asi fue como entre 1750 y 1784, hubo 386 tormentas de las cuales 102 rayos se llevaran 102 campanas con sus respectivos campaneros, sin contar, claro, a Frank. Las estadísticas nos permiten determinar con las certezas de las matemáticas modernas, que casi en un 30% de las veces la mano del señor llego a destiempo o no fue escuchada, o porque no, ignorada; lo que tampoco manifiesta que el otro 70% haya sido efectiva. Para terminar esta historia, mi abuelo hacia referencia a que en el mismo cementerio en que descansan los restos mortales de los campaneros y sus respectivas campanas, había 3000 tumbas que coincidentemente albergaban a 3000 vecinos Venecianos, que tambien casualmente, fueron inmolados en un mismo día luego que otro rayo burlara la protección divina y fuera a dar a la cúpula de una iglesia en cuyo interior habían guardado pólvora al amparo del señor. Cuenta que la violencia fue tal, que los cadáveres volaron, directo y sin escala, hasta el cementerio en cuestión. Mi abuelo, respetuoso de la tradición popular, murió convencido de que las campanas sonaban mal o el campanero no sabia tocarlas. Jamas dudo de la protección divina y sin embargo era inteligente.

La teoría de caos nos permite reflexionar sobre este y otros casos parecidos…..veamos……Para la metáfora del caos Frank es lo simple o sencillo y la sociedad en la que vive es lo complejo. Esta teoría dice que lo simple y lo complejo son reflejo lo uno de lo otro…..Textualmente: "…la sociedad es una forma relativamente simple que emerge de los sueños, deseos y contribuciones complejas de sus miembros, por lo tanto cada individuo con su libertad de elección, es, en parte, creación de la sociedad en la que vive"…. Definitivamente, podemos asegurar, que Frank murió por pelotudo, en el sentido castellano de su explicación, y no fue el rayo lo que lo mato sino su obcecada obediencia al orden establecido. La protección divina era, y lo es hoy día, una tranquilizadora y seductora definición ideológica, que como en la actualidad, con la mano divina del mercado nos promete salvación. El "saber popular", una manera complaciente de controlar lo que piensa la gente, dejo solo a Frank frente a tan poderosas fuerzas naturales con su convicción de que dios lo iba a salvar. Por otro lado, hoy en día, el libre mercado y competencia, sin control y sin limites, tambien dejan al individuo aislado y solo, frente a unas fuerzas cada vez más incontrolables y desbastadoras, impidiendo ideológicamente, que en la practica utilicen el único recurso humano y social que le queda que es el de unirse a sus pares, para al menos no estar aislado frente a semejante enemigo, o lo mas importante, como es elegir su forma de vida. El deshumanizado individualismo ideológico niega cualquier mención a la responsabilidad compartida que los individuos tienen en el bien publico, que por publico es desinteresado. Sencillamente porque la sociedad es un invento humano. El discurso privado y ahora tambien publico pretende, y asi lo logra, complicar y burocratizar de tal manera las cosas que uno no alcance a ver ese aspecto sencillo y humano del compromiso social por las causas humanas y justas, y logra hacer un individuo complaciente y obediente al sistema, proteston, si quiere, pero que no moleste.

La teoría del caos, rescata de las tinieblas del olvido al nuevo ciudadano democrático, para, y aprovechando esta ola de privatizaciones, fundar una empresa de servicios para el mantenimiento del bien publico y las causas justas, causas mucho mas legitimas a lo que la ley nos tiene sometidos. Algunos ruidos ya empiezan a inquietar. Y para ser conscientes de esto, escuchemos, directo desde Canadá lo que nos dice J. Ralston Saul, quien ya queda con Uds.: " Hacer virtud de la incertidumbre no es una cosa que resulte cómoda, pero la democracia basada en el ciudadano se construye a través de la participación, que es la expresión cabal de un permanente desasosiego. El sistema corporativista se apoya en el deseo del ciudadano de un sosiego intimo. El equilibrio en cambio, depende de nuestro reconocimiento de la realidad, que es la aceptación de una permanente incomodidad psíquica. Y aceptar la incomodidad psíquica es aceptar la conciencia"

…..Y digo esto, porque no quiero que el día que me muera en mi tumba haya una leyenda que diga:

1958-2357

Aquí descansa

Ricardo A. Kleine Samson

En su vida nunca hizo otra cosa

 

 

Ricardo A. Kleine Samson

Neuquen, 3 de noviembre del 2000

 

Nota: Nunca conocí a mi abuelo, me hubiese gustado mucho

Los datos, fechas y lugares son reales y extraídos del libro "La civilización inconsciente" de J. Ralston Saul, editorial Anagrama, pagina 193.

El resto, casi todo, para no hacerlo quedar un pelotudo, es un aporte involuntario y desinteresado del autor a la literatura contemporánea.

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